El aspecto más importante de los descubrimientos realizados en San José de Moro es que sabemos quiénes eran las mujeres allí enterradas. Dos de las tumbas encontradas contenían los restos de mujeres sepultadas con los atuendos y ornamentos de la Sacerdotisa de la "Ceremonia del Sacrificio". Esta ceremonia consistía en un complejo ritual de sacrificios humanos de guerreros Mochicas derrotados en combates rituales y la posterior ofrenda de su sangre a un Dios Supremo. La "Ceremonia del Sacrificio" era aparentemente el centro de la liturgia Mochica y se celebró a todo lo largo de su territorio, desde Pañamarca en el Valle de Nepeña, donde encontramos un mural con la Sacerdotisa llevando la "Copa del Sacrificio", hasta Sipán en el valle de Lambayeque, donde Walter Alva ha excavado la tumba del que parece ser el Dios Supremo que recibía y bebía la sangre de los prisioneros. Las mujeres fueron enterradas con las "Copas del Sacrificio" y con los singulares tocados que llevan en las representaciones. Sus altos rangos y las riquezas de sus tumbas derivarían de su importante función en el ritual religioso. La posición de Sacerdotisa parece haber sido un cargo hereditario, lo que se ha confirmado por el hecho de haber encontrado no una sino dos Sacerdotisas.
martes, 24 de abril de 2007
La Tumba de la Sacerdotisa de San José de Moro
El aspecto más importante de los descubrimientos realizados en San José de Moro es que sabemos quiénes eran las mujeres allí enterradas. Dos de las tumbas encontradas contenían los restos de mujeres sepultadas con los atuendos y ornamentos de la Sacerdotisa de la "Ceremonia del Sacrificio". Esta ceremonia consistía en un complejo ritual de sacrificios humanos de guerreros Mochicas derrotados en combates rituales y la posterior ofrenda de su sangre a un Dios Supremo. La "Ceremonia del Sacrificio" era aparentemente el centro de la liturgia Mochica y se celebró a todo lo largo de su territorio, desde Pañamarca en el Valle de Nepeña, donde encontramos un mural con la Sacerdotisa llevando la "Copa del Sacrificio", hasta Sipán en el valle de Lambayeque, donde Walter Alva ha excavado la tumba del que parece ser el Dios Supremo que recibía y bebía la sangre de los prisioneros. Las mujeres fueron enterradas con las "Copas del Sacrificio" y con los singulares tocados que llevan en las representaciones. Sus altos rangos y las riquezas de sus tumbas derivarían de su importante función en el ritual religioso. La posición de Sacerdotisa parece haber sido un cargo hereditario, lo que se ha confirmado por el hecho de haber encontrado no una sino dos Sacerdotisas.
Humedal de Manqoche
Complejo Arquitectónico de Lurifíco
HACIENDA LURIFICO
El conjunto arquitectónico Lurifíco, se encuentra ubicado en el Km 698 de la carretera Panamericana Norte, en la jurisdicción de Chepén, en la ex Hacienda y luego Cooperativa Lurifíco, hoy Asentamiento Humano. Está construido casi en su totalidad con barro y adobe, utilizando en pocos espacios el ladrillo.
Lurifíco, fue sede en el siglo XIX, por unos días del cuartel de Simón Bolívar, en su paso de Lambayeque a Trujillo. Asimismo en esta ex hacienda funcionó la única fábrica de alcohol que hubo en el Perú de ese entonces, además las fábricas de jabón, azúcar y aceite, trabajados por esclavos chinos, de cuya existencia quedan como evidencia los galpones.
Conjunto arquitectónico sui generis, catalogado por García Bryce, de estilo pintoresquita y exótico, de decoración ecléctica e inspiración medieval. Estilo que solo se da en dos lugares en el Perú, junto al de la hacienda Unánue en Cañete.
Este bello conjunto arquitectónico, es un monumento nacional, según R.S. 505-74-ED del 05-12-74 bajo la denominación “CASA Y DEPENDENCIA DE LA ANTIGUA HACIENDA LURIFICO”.
JOSÉ BALTA EN LURIFICO
En Lurifíco han estado personajes importantes de la historia nacional, entre los que destacan el coronel José Balta, los ingleses Enrique Meiggs, Federico Ford y Auguste Dreyfus.
Balta fue primer arrendatario en Lurifíco (1862), pero en 1866 compró la hacienda pagando por ella 150,000 pesos, permaneciendo como propietario aunque no residente, hasta el 07 de octubre de 1871 en que la vende por 300,000 soles Enrique Meiggs.
En 1870 Balta mandó construir la Acequia Lurifíco, que atraviesa ahora, toda la ciudad de Chepén, sobre una franja de tierra que le obsequiara el hacendado de Talambo Ricardo Salcedo, llevando así directamente agua a sus tierras, propiciando una mayor producción. Posteriormente, fue el inspirador de la instalación del Ferrocarril Pacasmayo – Guadalupe.
Enrique Meiggs es llamado “El hombre de los ferrocarriles” en el Perú, pues fue el encargado de instalarlos casi todos en nuestro país.
En cuanto a Dreyfus, dejó la hacienda Lurifíco a cargo de su esposa, Doña Luisa Gonzáles de Dreyfus, y él se dedicó al negocio del guano de islas.
Ciudadela de Piedra
“Ninguna muralla se parece a la del Cerro Chepén"
Cerro Chepén ha resultado un complejo arqueológico clave en el estudio del colapso político de la cultura Moche en el valle de Jequetepeque, debido a sus particulares características arquitectónicas y cerámicas.
¿Qué se ha encontrado en Cerro Chepén?
Cerro Chepén está a cuatro kilómetros de San José de Moro, es el cerro más cercano. Entre los años 2003 y 2004 excavé residencias de elite. En las casas donde vivía la gente importante la vajilla fina no es costeña, sino serrana.
¿Eso implicaría un intercambio comercial?
Se podría hablar de intercambio si se encontrara cerámica local y cerámica extraña. Pero lo único que encontramos es la cerámica extraña, eso podría sugerir que quienes vivían allí no eran costeños, sino gente que venía de la sierra. La arquitectura también es extraña.
¿Es muy diferente respecto a las otras comunidades moche?
Es radicalmente distinta. Cuando el arqueólogo norteamericano Tom Dillehay vio estos sitios le llamó la atención que cada uno estuviera construido con estilos arquitectónicos ligeramente distintos. De ahí concluyó que cada una de estas comunidades era independiente y que estaban enfrentadas porque tienen murallas.
¿Cuáles son las características propias de Cerro Chepén?
Todos los asentamientos moche están amurallados, pero ninguna muralla se parece a la de Cerro
Chepén, que es monumental. Entrar es un reto porque hay que dar la vuelta a la muralla y buscar un sitio que haya colapsado o hacerlo por uno de los ingresos originales. Si quieres entrar a otros sitios moche puedes saltar el muro. La muralla más grande está en la cima del cerro, a 250 metros sobre el nivel del valle. Es un cerro imponente. Lo que protege la muralla son edificios muy grandes y algunos de ellos tienen características serranas.
¿Cuáles son estas características?
Galerías largas, como cuartos muy largos, algunas tienen dos pisos. Esto es radicalmente inusual
para la tradición arquitectónica costeña de todas las épocas. La costa nunca presentó este tipo de
arquitectura, que aparece de repente en el valle del Jequetepeque.
La Casona de Talambo
Vía Crucis
Ciudad de Chepén
Chepén esta ubicado el la costa Norte del Perú entre los 79º 16' 13'‘ y 79º 29' 7" de longitud Oeste y 7º 8' 25" y 7º 19' 34" de longitud Sur, en el extremo Norte del Departamento de La Libertad y a 700 kilómetros de la Capital de la República.
Extensión, Altura, Clima
Chepén Ciudad
Chepén es una ciudad de la Región La Libertad, capital de la provincia de Chepén, que está ubicada al costado de la Panamericana Norte. A sus habitantes se les conoce por el gentilicio chepenanos.
Hay numerosas empresas de autobuses interprovinciales que llegan a esta, por el norte desde Chiclayo, la gran ciudad más cercana, por el este desde Cajamarca y por el sur desde Trujillo o Lima.
Durante el año tiene cuatro estaciones. Gracias al reservorio Gallito Ciego, es un lugar productivo de arroz, caña de azúcar y plantas frutales, especialmente con una variedad de mango.
Chepén se encuentra al pie de un cerro, donde crecen solamente cactus. En lo alto hay ruinas y restos de murallas precolombianas donde se hallaron cerámicas y tumbas. Actualmente, no hay explotación turística pero si arqueológica. Han sido realizadas excavaciones arqueológicas desde el 2002 en el marco del proyecto Arqueológico Cerro Chepén, bajo la dirección del arqueólogo peruano Marco Rosas. Se sube a la cumbre a pie, hay una Vía Crucis en forma de escalera que llega a la estatua de Jesucristo. Desde lo alto, se divisa la ciudad, los cultivos, la carretera Panamericana y las colinas de la costa.
La ciudad tiene un promedio de 60,000 habitantes y se encuentra enclavada en una zona arrocera de excelencia, posee industrias alimenticias primarias y de producción de tintes industriales. Posee una superficie de 287.34 Km2 a unos 130 m.s.n.m..